Londres, 6 jul (EFE).- No existe kriptonita para Rafael Nadal. Ni el dolor ni Taylor Fritz ni su maltrecho músculo abdominal. Nada puede derribar a un hombre al que su propia familia pidió que se rindiese, que no forzara, y solo él confió en una remontada espectacular (3-6, 7-5, 3-6, 7-5 y 7-6 (4)) que le clasifica a sus octavas semifinales de Wimbledon.
El zurdo español sufrió molestias en la zona abdominal y pareció coquetear con el abandono, pero se mantuvo en cancha para ganar y acceder a las semifinales en el All England.
El ex arquero alemán y actual directivo del Bayern desestimó que estuvieran interesados en contratar al delantero de Manchester United.